La odontología deportiva es la especialidad de la odontología que tiene como objetivo principal educar, prevenir y tratar las enfermedades y problemas bucodentales que afectan al estado general del deportista así como la posible repercusión que puede tener la boca en el rendimiento físico y calidad de vida del deportista. La odontología deportiva está indicada tanto para profesionales como amateurs.
Dentro de la odontología del deporte, la traumatología oral desempeña un papel muy importante. Los traumatismos relacionados con la actividad deportiva se producen en hasta un 35% de la población joven adulta: lesiones en los tejidos blandos orales (labios, mucosa oral y lengua), fracturas óseas y dentales.
Los deportistas aficionados y jóvenes corren más riesgo de sufrir lesiones bucodentales porque no reciben orientación ni formación adecuadas.
Es por ello que en Chamberí Dental realizamos un seguimiento individualizado dependiendo de las características del deporte, el grupo de edad, el tiempo empleado en el ejercicio… Proporcionando a cada paciente un dosier deportivo informativo unido al seguimiento del paciente mediante revisiones periódicas y mantenimiento de los protectores bucales personalizados en caso de ser indicados.
Protectores bucales personalizados:
Son unas férulas/aparatos que se adaptan generalmente en la arcada superior con el fin de proteger los dientes y las estructurales orales adyacentes de los traumatismos que se puede producir durante la práctica deportiva.
Estas férulas también son beneficiosas para la correcta posición mandibular y protegen la articulación temporomandibular de posibles traumas debidos al bruxismo que frecuentemente ocasiona la tensión generada durante el ejercicio físico.
Aunque ha aumentado la prescripción de protectores bucales personalizados y se ha demostrado su eficacia para prevenir lesiones, aun son muchos los deportistas, sobre todo en el plano amateur, que utilizan protectores bucales y máscaras de venta libre sin prescripción, supervisión ni mantenimiento periódico por parte de un odontólogo.
Existen estudios que indican que los protectores bucales pierden su eficacia con el tiempo por el uso y la falta de ajustes oclusales.